El 29 de Marzo escribí un duro diagnóstico sobre la división femenil del CMLL, conocida popularmente como “Las Amazonas” y que en aquel entonces atravesaba por una etapa muy dificil, sin embargo, algo ocurrió a lo largo de seis meses que permitió que el CMLL cuente ahora con el mejor elenco de luchadoras de nuestro país. ¿Cómo se produjo este cambio? La respuesta es muy simple: Trabajo.
En primer lugar, la división femenil tiene varios meses trabajando arduamente junto a sus instructores por lo que es justo reconocer a dicho esfuerzo como la razón principal del cambio. Amazonas e instructores como el Último Guerrero han puesto todo de su parte para mejorar la calidad en la división femenil. Ahora bien, admitir lo anterior sería insuficiente porque no es la primera vez que trabajan muy duro pero si es la primera en años en donde si obtienen el reconocimiento y lugar que se merecen.
El segundo punto a tener en cuenta es que hoy día existe una división femenil que tomó distancia de los usos y costumbres de luchadores para reemplazar el ego y actitudes de macho alfa característica de la división masculina por un espíritu de sororidad. Es esta la razón por la que se ha visto una división que disfruta de sus logros comunes y que se apoyan mutuamente a pesar de ser rivales en el ring. Finalmente, se comprendió que hombres y mujeres no pueden ser tratados de la misma manera porque no responden a los mismos estímulos ni tienen las mismas necesidades.