lunes, 26 de abril de 2021

Rudeza Innecesaria

La polarización de la sociedad es un fenómeno visto en varios países del orbe en donde tal parece que hay un ánimo por acentuar nuestras diferencias y poca disposición para poner énfasis en lo que nos une. El tono de piel, la posición social, el origen étnico, nuestra ideología política, nuestra postura ante la fe y hasta nuestra generación son utilizados para, a partir de problemas reales, plantear soluciones demagógicas y fomentar el radicalismo entre los ciudadanos -generalmente capitalizado por políticos-. 

Por supuesto que la lucha libre no puede sustraerse a este fenómeno y esa es la razón por la cuál desde hace aproximadamente un lustro ha ido creciendo un sentimiento negativo en contra de los miembros de la clase media que acuden a las arenas -particularmente a la Arena México-. 

Este sentimiento, sin duda, es una expresión de los tiempos en que vivimos, sin embargo, el mismo no solo es discriminatoria -con perdón de los adoctrinados que niegan a la misma cuando quien la padece es de una condición “privilegiada”- sino que, en cuestión de su papel en la lucha libre, es históricamente imprecisa. 

viernes, 23 de abril de 2021

La Ley de Herodes

El día 19 de septiembre de 1985, el Distrito Federal fue testigo de uno de los desastres naturales más grandes en la historia de nuestro país. Un sismo de 8.1 grados en la escala de Richter hizo colapsar a decenas de edificios, dejó inhabitables a otros tantos y provocó la muerte de miles de personas que quedaron sepultadas bajo los escombros. Otros tantos perdieron sus hogares para siempre.

Uno de los edificios que quedó inhabitable por riesgo de colapso inminente fue el ubicado en el número 28 de Aquiles Serdán, no obstante lo anterior, un hombre le ordenó a un grupo de luchadores que se metieran al mismo para rescatar SUS PERTENENCIAS. Afortunadamente, pudo más la cordura y el instinto de supervivencia que el temor histórico que los miembros del gremio sentían hacia este hombre quien, en un alarde de despotismo y de claro desprecio por la vida, tachó de cobardes a este grupo de luchadores e incluso tuvo el cinismo de dejar constancia de este hecho en sus memorias. ¿De quién estoy hablando? De nada menos que de Rafael Barradas Osorio, otrora miembro de la extinta comisión de Box y Lucha del Departamento del Distrito Federal y a menudo tildado como “Comisionado de Hierro” como si su nombre fuera sinónimo de la exacta aplicación de la ley.

La imagen histórica de Rafael Barradas Osorio es una visión oficialista que no tiene nada que ver con la realidad. Por ejemplo, a menudo se le describe como “un hombre que hacía respetar los reglamentos” cuando fue exactamente lo opuesto. En efecto, al vergonzoso episodio narrado al principio del presente escrito habría que añadir su nepotismo y su tráfico de influencias.

jueves, 22 de abril de 2021

El suelo es el límite.

Tocar el tema de la pobreza es meterse en honduras porque hacerlo implica tocar fibras muy sensibles, sin embargo, considero que para hablar de la misma hay que hacerlo con la crudeza que implica la miseria, sin maquillarla y mucho menos edulcorarla. Eso sí, es preciso hacer una oportuna distinción entre pobreza y pobres porque para los demagogos es fácil acusar clasismo cuando lo único que se hace es señalar y cuestionar a la primera, no al grupo social. En el mismo orden de ideas, es igualmente oportuno distinguir entre las arenas de barrio que cumplen con una función social y los empresarios de la miseria de los que hablo en el presente escrito.

 
Alrededor de hace quince años, espontanea o deliberadamente, se inició una campaña tendiente a romantizar a las otrora llamadas arenas chicas con tal éxito que, hoy día, es políticamente incorrecto referirse a ellas como tales -a pesar de que este fue su nombre histórico-, y en su lugar se usan términos y eufemismos tales como “los independientes”, “nuevas empresas” e incluso se afirma que solo en ellas se practica la verdadera lucha libre.

miércoles, 21 de abril de 2021

De Andrés García y el primer match de celebridades.

Me disculpo si el título del presente post sugiere que se quién fue la primera celebridad que participó en un match de lucha libre en la historia de nuestro país porque, simple y sencillamente, no lo sé. Ahora bien, lo anterior no significa que no tenga indicios de cuando pudo haber ocurrido dicho suceso porque, de hecho, tengo la plena certeza de que debió de ocurrir durante los años del idilio de la lucha libre con el circo. Simplemente, no hay forma de datar la fecha de dicho acontecimiento ni de ponerle nombre y apellido a dicha celebridad. 

¿Por qué tengo tal presunción? Simple, porque incluso en el presente siglo en algunas compañías circenses se conserva buena parte de la estructura tradicional del circo, esto es, actos de magia, acrobacias, contorsionismo, malabarismo, "fenómenos", adiestramiento animal, payasos y actos de fuerza extrema. Este último acto tiene una íntima relación con nuestros primeros luchadores quienes, bajo el rimbombante título de "El Campeón del Mundo", levantaban enormes pesas, daban exhibiciones de lucha y derrotaban en cadena a cualquier retador -espontáneos incluídos- que quisiera arrebatarle su título. Luego entonces no es difícil imaginar que, tal y como sucede hoy día, otros miembros de la compañía se prestaron a ser parte del show del campeón del mundo, luego entonces, teniendo en cuenta que en aquellos años las celebridades eran precisamente los miembros de las diversas giras artísticas y espectáculos de variedades, es fácil concluir que fue una celebridad circense -probablemente un payaso- a quien le tocó ser la primera estrella en participar en un match de lucha libre.

 

miércoles, 14 de abril de 2021

Mancha Urbana.

Durante la década de los noventas el término “urbano” que tímidamente se venía empleando durante los ochentas empezó a volverse de uso corriente en la escena musical mexicana para referirse de forma peyorativa al movimiento cultural que se venía gestando en las calles de las colonias populares del Distrito Federal y del Estado de México. “Urbano”, era usado con cierto tufo de clasismo y más bien parecía el término políticamente correcto para evitar decir “marginal” y darse así la licencia de tratar con desdén a la composición social resultado de años de migración hacia las grandes urbes y de un país económicamente convulsionado. Tal y como sucede con otros términos similares luego vino su normalización y, a fuerza de costumbre, incluso fue adoptado por los propios habitantes de las colonias populares para referirse a sí mismos y a sus diversas expresiones culturales. 


La lucha libre no fue ajena a este movimiento y a pesar de que años atrás ya habíamos tenido expresiones tales como “Los Temerarios” y su visión estereotipada del movimiento punk, lo cierto es que fue hasta que, producto de la rocambolesca visión de Antonio Peña, la guerra de pandillas entre Vipers y Vatos Locos ganó enorme notoriedad en la escena luchística (Aunque su concepto no eran más que un estereotipo que situaba como violentos inadaptados a la juventud de los barrios populares).

 
Al mismo tiempo que Vipers y Vatos Locos se disputaban la hegemonía en la naciente modalidad de las facciones, en el CMLL fueron apareciendo progresivamente una serie de luchadores curtidos en arenas chicas que ya poco tenían que ver con los  “provincianos” que antaño venían a probar fortuna en la capital del país y que eral el fiel reflejo de la sociedad de sus tiempos. Se trataba de individuos que ya tenían una identidad mucho más próxima al estereotipo que actualmente tenemos del chilango y que tuvieron que lidiar con problemas que iban mucho más allá de una lata de aerosol y un encendedor. Virus, El Enemigo Público, Kid Guzmán, Ricky Marvin, Fugaz y Sangre Azteca fueron algunos de los luchadores con aroma a barrio popular que, con su talento por delante, intentaron desafiar ciertos convencionalismos muy arraigados en el gremio que hasta la fecha dificultan que tipos como ellos tengan acceso al éxito. 
 

domingo, 11 de abril de 2021

¿Por qué cada vez más celebridades "lucen" en la lucha libre?

Mi relación con las celebridades y la lucha libre ha ido cambiando a lo largo de los años y de la indigestión que su presencia me producía he pasado a disfrutar de su presencia aunque por las razones equivocadas. En efecto, no es por el hecho de que sus actuaciones sean excelentes en el ámbito técnico sino porque su presencia y nivel de lucimiento alcanzado me sirven para confirmar lo que he venido sosteniendo durante los últimos años: La lucha libre como deporte ya se fue al carajo y ahora solo es una tabla gimnástica.


Cuando la lucha libre se incorporó a los circos y ferias fue necesario tomar a dicho deporte y robustecerlo con elementos artísticos tanto en la caracterización de los luchadores como en sus reacciones para hacerla más comercial. Un fortachón desafiando a la audiencia y encontrando entre los retadores a un palero para que lo venciera o para darle una lección por irrespetuoso, muy probablemente fue el primer "guión" en la lucha libre dando así inicio al idilio entre esta y el teatro. Ya bajo la lógica del catch la lucha se volvió un espectáculo desarrollado por practicantes de la lucha libre que combinaban técnicas genuinas con otras más vistosas que demandaban mayor colaboración del rival, la línea entre unas y otras era tan delgada que buena parte del encanto de este espectáculo radicaba en no poder discernir entre si era un espectáculo genuino o un show montado. 

El luchador era una suerte de actor rudimentario que no solo se caracterizaba físicamente sino que también lo hacía en cuanto a su personalidad e incluso durante su trabajo en el ring en donde sus luchas seguían la clásica estructura de tres actos de un relato. El romance entre la lucha libre y el teatro duró por décadas hasta que eventualmente la parte del espectáculo fue devorando a la deportiva y actos como la toma de referí (un método genuino de solución de conflictos) dejaron de significar algo mientras que otros como la interpretación de un personaje y los movimientos vistosos pero notoriamente inútiles (figureo) aumentaron en relevancia.

Presstitutes.

Desde hace años, prácticamente en solitario, vengo denunciando la falta de honestidad intelectual de "la prensa especializada" -los paréntesis vienen a colación de que, en los hechos, ni son prensa y mucho menos son especializados- y la reciente publicación del diario Vanguardia en donde se remite a la La Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia del estado de Coahuila, no ha hecho más que darme la razón.

En el pasado, los administradores de las cuentas más populares de Facebook y Twitter, así como los llamados Youtubers y las páginas con el mayor número de suscriptores no han tenido reparo en publicar toda clase de notas injuriosas, algunas producto de su propia mente, en donde se señala e incluso se sentencia a decenas de luchadores en esos jurados populares en los que se han convertido las redes sociales.

De modo tal, hemos sido testigos de como la prensa no ha tenido ningún reparo en convertir en canónica a la versión que sostiene que un grupo de coliseínos acosó sexualmente a Dixie Carter y que por eso concluyó la relación entre el CMLL y TNA, ¿Las pruebas?, ninguna, Les bastó con los puros huevos de Konnan para sostener la veracidad del hecho. Irónicamente, los medios jamás han ahondado en las denuncias que la finada Vicky Palacios presentó en contra del cubano por haber sido víctima de prácticamente todo el catálogo de actos que comprenden lo que hoy llamamos violencia de género. Al día de hoy aún se sostiene la infamia de que el Volador Jr. era pareja sentimental de Juana Barraza o se tergiversan las costumbres de la época para afirmar que el Negro Casas es un pedófilo por haberse casado con una adolescente Dalys. El pudor se lo pasan por los huevos.

En su momento también se afirmó, basándose exclusivamente en publicaciones de periodicos, que Rush, Andrade, La Bestia del Ring y Vangellys habían golpeado hasta la muerte a una persona. Posteriormente, con las mismas fuentes, se afirmó que en realidad habían acosado sexualmente a una mujer masturbandose en frente de ella y de las acusaciones de homicidio pasaron a las lesiones de graves secuelas en agravio de un joven que, dice, valientemente acudió al auxilio de un policía. Jamás se habló a partir del expediente ni se dijo las razones por las que todos los involucrados actualmente disfrutan de su libertad.

viernes, 9 de abril de 2021

Señalan a Sangre Chicana Jr. y a La Hiedra por el presunto abuso sexual a una menor.

 

La industria de la lucha libre se sacudió durante el 2020 cuando dentro del marco del movimiento #SpeakingOut varias personalidades del gremio señalaron a otros colegas por cometer actos de abuso sexual. El escándalo fue mayúsculo y aunque prácticamente en la totalidad de los casos ninguna de estas denuncias llevó a luchador alguno a prisión, los medios hicieron eco de las denuncias y no perdieron tiempo para presentar a las mismas en sus respectivos espacios.

Situación semejante se vivió con Alberto del Río y recientemente con Demus. Es claro que los medios que cubren a la lucha libre no tienen reserva alguna cuando se trata de comentar este tipo de denuncias y que casi de forma instantánea emiten su opinión sobre el tema y erigidos en jurados populares hasta dictan sentencia. Digo lo anterior para dejar bien en claro que dicha práctica es de uso corriente y por ello sorprende el silencio sepulcral que medios e influencers guardan respecto a la última denuncia de abuso sexual que sacude al gremio de la lucha libre. ¿Será por los nombres de los supuestamente involucrados?

Sangre Chicana Jr. y La Hiedra se encuentran señalados como presuntos participes en un caso de abuso sexual en agravio de una menor en el municipio de Ramos Arizpe. A diferencia de los casos presentados durante el  #SpeakingOut y del escándalo de Demus, aquí los señalamientos no se quedaron en las redes sociales y ya se encuentran en manos de las autoridades quienes parecen confirmar que existió un caso de violación. ¿Quién o quienes lo cometieron? Estaría por verse. 

jueves, 8 de abril de 2021

¿En qué casos es posible revelar la identidad de un luchador?

Contrario a la creencia general no es la máscara el elemento más sacro de la lucha libre sino el misterio que la misma oculta. Durante décadas, los luchadores guardaron celosamente su identidad secreta hasta que eventualmente, con el paso de los años, las nuevas generaciones de gorilitas abandonaron las prácticas más ortodoxas y se volvieron mucho más laxos en el cuidado de su misterio. Actualmente, buena parte de los luchadores ya ni siquiera se esmeran en cuidar su identidad y por el contrario tal parece que deliberadamente buscan dar a conocer la misma. Este tipo de prácticas y algunas vistas en el pasado permiten que nos preguntemos, ¿Cuándo es válido dar a conocer la identidad de un luchador enmascarado? Bien, de inicio, no existe ninguna ley que lo impida y aunque elementos como El Hijo del Santo invoquen erróneamente al delito de revelación de secretos industriales lo cierto es que la identidad de los luchadores no se encuentra protegida por ninguna ley o reglamento y que únicamente se trata de un uso y costumbre propio del gremio de la lucha libre (mismo que no se encuentra dentro de los supuestos en donde los usos y costumbres obligan legalmente a las partes). Por tanto, revelar o no la identidad de un luchador es un asunto estrictamente de ética.

En mi caso, en más de una vez he publicado el rostro y el nombre completo de varios luchadores y mi criterio para hacerlo es muy simple; que tácita o expresamente el luchador autorice dicha revelación. A continuación me permito dar algunos ejemplos:

 
Los re-enmascarados. Exceptuando casos como el del Estado de México -los menos- en el resto del país, incluyendo a la Ciudad de México, no existe ninguna ley, código o reglamento en donde se le prohíba a luchador alguno volver a enmascararse. Es más, podrían hacerlo inmediatamente después de haber sido desenmascarados y ninguna autoridad podría impedírselos -salvo la excepción ya dicha-. Luego entonces, la práctica de no volver a enmascararse es solo un uso y costumbre del gremio que sirve para darle credibilidad a la lucha libre, por tanto, este uso y costumbre es mucho más importante que la identidad de un re-enmascarado. Ejemplo: La Park (Adolfo de los Ángeles Tapia Ibarra). No existe obligación de respetar a quien no respeta.

domingo, 4 de abril de 2021

Progreluchas.

Preguntarse si fue primero la propaganda o la ideología es tanto como plantearse si fue primero el huevo o la gallina. Mezclar la ideología con el entretenimiento es una forma de hacer más digerible a la primera y su uso puede ir desde lo sutil hasta lo abiertamente descarado y contradictorio. A lo largo de los años hemos visto cómo desde el cine se hizo del tabaquismo un vicio asociado al estatus y a la actitud, o bien, como se le dan tintes mesiánicos al intervencionismo militar estadounidense al presentar a sus héroes ficticios como la única esperanza del orbe ante cualquier tipo de amenaza. En el caso de la música la misma puede inducir a toda una generación a tener desde una actitud hacia la vida completamente eufórica hasta ofrecerles una visión fatalista de la misma. Es un hecho público que las compañías invierten millones de dólares en publicidad y que una campaña publicitaria puede lograr posicionar a un producto como “novedoso” en oposición a otro “tradicional” a pesar de que ambos tengan sus orígenes en el siglo XIX, tal y como lo vimos con la guerra de las colas en la década de los noventas. La lucha libre no ha estado exenta de este rol y, aunque en un tono cercano a la parodia, hemos visto desde el estereotipo del héroe americano hasta personajes netamente hedonistas propios del ambiente decadente de finales del siglo XX. No obstante, no fue sino hasta este siglo cuando emergió una compañía cuya columna vertebral consiste en ser un panfleto de la progresía, en efecto, me refiero a AEW. 

viernes, 2 de abril de 2021

¿Qué cubren quinientos pesos?

Para responder a la pregunta que da título al presente post me es más fácil enunciar primero que es lo que no cubre una garantía  de quinientos pesos -pesos más, pesos menos, es lo mismo-:

No incluye un vestidor con el servicio de agua. Tampoco incluye una arena que cuente con servicios médicos, ambulancia y camilla. Desde luego que tampoco incluye seguridad social, ni gastos médicos mayores y mucho menos gastos funerarios. Ni siquiera incluye la hoja tamaño carta en donde se imprime un contrato. No incluye seguridad. Para acabar pronto no incluye un ring que reúna las condiciones adecuadas para llevar a cabo el espectáculo de la lucha libre.

¿Entonces qué es lo que cubre una garantía de quinientos pesos? Desde luego, el trabajo del luchador. Trabajo que a diferencia de las obligaciones patronales del promotor, deberá de llevarse a cabo con un compromiso del 100% por parte del luchador. De igual forma pero no menos importante, dicha cantidad "incluye" la cesión a perpetuidad de la imagen del luchador para la explotación comercial de su trabajo en servicios OTT. La naturaleza de este vínculo laboral es evidentemente leonina.

jueves, 1 de abril de 2021

Las mentiras de Konnan: Sus importaciones en la EMLL.

Charles Ashenoff actualmente es uno de los hombres más sobrevalorados en la lucha libre mexicana pero, a diferencia de otros elementos que guardan el mismo estatus, no debe su exceso de valoración en los sentimientos que típicamente nublan el juicio de los aficionados sino en una historia completamente tergiversada.
 
En efecto, Ashenoff es un tipo talentoso y entre sus virtudes se cuenta la de tener un buen manejo de relaciones públicas motivo por el cual ha aprovechado sus relaciones con personalidades que van desde Dave Meltzer hasta promotores y luchadores para imponer una narrativa en donde no solo sobredimensiona el papel que ha tenido en la lucha libre mexicana, sino que minimiza o de plano omite de la historia a otros personajes, al tiempo que siempre culpa a alguien más de sus propios errores. Cabe decir que hasta ahora se ha salido con la suya.

Uno de los temas que más le ha dado fama es el de sus importaciones y es aquí cuando empiezan sus mentiras y manipulación de la historia. Ashenoff ha convencido a los estadounidenses de que él fue un artífice del llamado “boom de los noventas” y un elemento clave tanto en el ring, como en el aspecto creativo y en la importación de luchadores que fueron claves para el éxito de la EMLL lo cual es completamente falso.
Elegí iniciar con este tema porque es uno de los más fáciles de acreditar y por lo mismo es un claro ejemplo de la facilidad con la que el cubano ha manipulado la historia a pesar de las contundentes evidencias que lo contradicen.