viernes, 18 de febrero de 2022

Comercio de Humo.

No es la primera ni será la última vez que en foros de lucha libre se “discutan” temas de propiedad intelectual haciendo afirmaciones a la ligera y anteponiendo a los sentimientos sobre los documentos. En este punto de la historia considero que dar explicaciones con sustento legal no tiene ningún caso porque, al final, es tanto como hablar con una pared. A los aficionados no les interesa profundizar, ni siquiera les importa saber si lo que afirman es cierto o no, mucho menos les importa la existencia de leyes y reglamentos que den luz al respecto. Única y exclusivamente les interesa opinar bajo su propia moral y teniendo como punto de partida una serie de creencias populares a partir de las cuales, con una mano en los bolsillos y una mente simplista, deciden quién es el bueno y quien es el malo de la historia.

"Espectro Jr.", "Misterioso Jr.", "Blue Diamond" y más recientemente "Fuerza Guerrera NG", no importa, la historia siempre se repite y guiados únicamente por filias y fobias dicen una sarta de estupideces y algunos “líderes de opinión” incluso “legislan” y emplean "razonamientos legales" sacados de sus calzones para darle la razón a sus favoritos –así de burdo es el asunto-. 
 
A la luz de esta serie de problemas legales tristemente ventilados en redes y tras escuchar las versiones de distintas partes es evidente que al gremio de la lucha libre le urge llegar al siglo XXI. En efecto, la serie de estupideces que dicen los aficionados, youtubers y administradores de páginas de Facebook pasan a segundo término cuando nos damos cuenta de que algunos luchadores siguen arriesgando su patrimonio con meros “créditos a la palabra” y, ojo, otros tantos están disponiendo y lucrando con lo que legalmente no les corresponde. En ambos casos no están haciendo absolutamente nada para tener en regla todos los documentos relacionados con sus personajes. 
No deseo comentar caso por caso pero me gustaría formular una serie de preguntas a ambas partes;