domingo, 27 de junio de 2021

El cacique de Naucalpan

La última vez que Marco Antonio Moreno Madrid temió padecer las consecuencias de sus actos fue aquella en la que la comisión de lucha libre del Estado de México lo sancionó por haber organizado una función sin importarle la veda impuesta por las autoridades a raíz de la contingencia sanitaria. Luego de eso vino el pacto de impunidad y una actitud déspota que solo ha ido creciendo a raíz de dicho pacto.

Para la familia Moreno jamás existió la pandemia y para efectos prácticos inventaron sus propios lineamientos de contingencia. Fue por ello que organizaron funciones "a puerta cerrada" a pesar de que las mismas no estaban autorizadas BAJO NINGUNA MODALIDAD por no ser la lucha libre una actividad esencial. 

Los Moreno tampoco aislaron a su personal de la tercera edad y durante toda la contingencia los emplearon en diversas labores incumpliendo así con la medida sanitaria tendiente a proteger al grupo más vulnerable ante el COVID-19.

¿Cómo se construyó el pacto de impunidad? El mismo se consolidó luego de que la comisión presidida por Juan José Herrera Rodríguez le canceló la licencia de promotor a Moreno Madrid y que de una forma COMPLETAMENTE ILEGAL le retiró dicha suspensión mediante un acuerdo que no se encuentra dentro de los previstos por el reglamento de Box y Lucha Libre del Estado de México y del cual únicamente se benefició el comisionado Herrera.

A partir de entonces, Moreno Madrid simuló respetar las medidas sanitarias en sus funciones pero solo le bastaron un puñado de ellas para olvidarse de las mismas y hacer gala de su recién estrenada impunidad. Sobrecupo, luchadores saludando de mano a los aficionados y luchando en medio de una audiencia sin cubrebocas así como el empleo de personal de la tercera edad fueron algunas de las violaciones a las medidas santiarias en las que incurrió Moreno Madrid pero no las más graves. En efecto, lo más grave fue ocultar los casos positivos de COVID-19 entre los miembros de su elenco y negarse a aislar a los mismos, por el contrario, se les permitió luchar a pesar de que sus mismos luchadores reportaban en sus redes sociales tener síntomas de CORONAVIRUS. A raíz de la muerte de Ovett se supo que varios luchadores habían estado contagiados y consta que durante el periodo en que padecieron la enfermedad se mantuvieron luchando en las funciones de IWRG en las condiciones previamente descritas.

A pesar de las flagrantes violaciones a las medidas sanitarias no hubo ninguna sanción hacia Marco Antonio Moreno quien con un cinismo desbordado presumía el sobrecupo de sus eventos en las redes sociales de su compañía. El pacto con Herrera Rodríguez le garantizaba total impunidad.

No obstante lo anterior, el valemadrismo de Moreno Madrid pudo haber encontrado un contrapeso en la prensa, sin embargo, buena parte de esta, en lugar de criticar el actuar del corrupto dirigente de IWRG, optó por ensalzarlo y pintarlo como el prototipo del empresario modelo. La razón de tanta zalamería también encuentra su explicación en los pactos y cochupos que Marco Moreno tiene con varios medios con quien sostiene acuerdos publicitarios y de cobertura en sus eventos. En este punto, Moreno Madrid tiene la impunidad que le garantiza Juan José Herrera y el silencio que le garantizan los medios subordinados.

Marco Antonio Moreno no es el empresario modelo que nos quieren hacer creer sus amanuenses y corifeos, por el contrario, es el empresario más corrupto e inmoral con el que contamos en tiempos de la pandemia.

El incidente con los Trauma y con el Fresero Junior no es el primero ni será el último de su tipo, pero si es un ejemplo del poder que actualmente ostenta Moreno Madrid a quien su impunidad ya le hizo perder la cordura, creer que es el mandamás de la lucha libre nacional y pensar que es él quien quita y pone luchadores, total, en los últimos meses se ha limpiado el culo con las leyes y reglamentos ante un silencio cómplice de medios e influencers.

Cuando los aficionados buscan el rostro de la prepotencia y del influyentismo por lo general apuntan la mirada hacia Chavo Lutteroth y Dorian Roldán cuando,en realidad, deberían de hacerlo hacía Naucalpan.

El sátrapa se apellida Moreno Madrid.

miércoles, 16 de junio de 2021

Las lecciones de Damiana Vicenzo.

En la dinámica de negar a presentarse en público a efecto de eludir futuras responsabilidades, la gente de Federación Wrestling decidió crear al personaje ficticio de “Damiana Vicenzo” para usarla como el rostro de “la compañía” mientras que ellos, convenientemente, se mantenían en el “anonimato”. 

El perfil de este personaje se ubicaba en la misma línea de los creados para las narcoseries de Epigmenio Ibarra, esto es, presumía de la actitud altanera y soberbia que ya harta a buena parte de los mexicanos dado la idealización que se hace de la vida de los narcotraficantes en un país azotado por los mismos.

 
En su dinámica de la altanería, "Damiana" prometía darnos lecciones de como se debe de manejar una empresa de lucha libre en nuestro país situación que, dado el fracaso de la compañía, actualmente solo sirve para tener una sesión de carcajadas auqne, en honor a la verdad, dicha compañía si nos deja varias lecciones a tener en cuenta y que a continuación procedo a enlistar.
 
1. Debes de dar certeza: El anonimato funciona para efectos de información más no en la integración de una empresa de lucha libre en donde conocer a los directivos ayuda a dar certeza y confianza. En el caso de FW el anonimato solo les ha servido para eludir sus responsabilidades y para colgarse del prestigio de Dorian Roldán y de Sofía Alonso mediante rumores que fueron sembrados de forma deliberada.

No se vale colgarse del prestigio de otros empresarios y ocultarse detrás de un personaje ficticio cuando un grupo de luchadores se encargó de la publicidad y de ser la imagen institucional de una empresa que ahora resulta que es huerfana.

martes, 1 de junio de 2021

La suma de todos los males: Los Hijos del Infierno:

La historia de Los Hijos del Infierno es el mejor ejemplo para hablar de las virtudes y defectos del sistema colíseino. Su historia, invaluable material didáctico, se remonta a los años noventa cuando Averno y Mephisto empezaron su formación profesional en el CMLL.


El primer punto a destacar es su perfil profesional. Talentosos, disciplinados e hijos de luchadores, ambos cumplen con el perfil favorito de los programadores colíseinos. Aunado a lo anterior, los dos pulieron sus habilidades en el gimnasio de la Arena México al grado de que su calidad les permitió ir escalando posiciones en cartelera hasta llegar a involucrarse en la rivalidad estelar de la empresa y protagonizar las funciones más importantes de la época. En este punto podemos hablar de que ellos encarnaban a dos de las fortalezas de la empresa de la familia Lutteroth: El perfil de luchador y una escuela que da resultados.
La siguiente política que se advierte en su carrera fue la controvertida reasignación de personajes. El origen de esta política es el de el deseo de las empresas de constituir su propiedad intelectual y de contar con todas las herramientas jurídicas que les permitan la comercialización de su elenco de luchadores. 

Los muros de Facebook no son tribunales.

La presentación de Los Gemelos Diablo en el CMLL Informa del 25 de marzo del 2020 generó un airado reclamo por parte de los hermanos Piceno, quienes en sus redes sociales afirmaron que el personaje era propiedad de dos de sus pupilos al tiempo que negaban que el CMLL tuviera derecho alguno para utilizar a dichos personajes. En aquel entonces el reclamo no pasó a mayores dado que la pandemia postergó el debut de ambos luchadores hasta el presente año, sin embargo, el mero anuncio de su debut en 2021 revivió la polémica por el uso de los personajes. 

El incidente, una vez más, ha dado pauta para que los administradores de páginas de Facebook y titulares de canales de YouTube especulen a raíz de meros posteos en redes sociales (carentes de relevancia jurídica alguna) y de una pésima interpretación de los resultados que muestra el renovado portal del IMPI (MARCiA) así como del valor jurídico de la información que aloja dicha plataforma. 

“Litigar” en los medios se considera una falta de ética en el gremio de los abogados y, en el caso de los medios, es un camino que invariablemente conduce al amarillismo, a la búsqueda de audiencia a cualquier costo, al error y la desinformación. Los casos de Paco Stanley, Gloria Trevi y Diego Santoy, soy un claro ejemplo de las consecuencias de cubrir conflictos legales sin tener la menor idea de procesos y términos legales, así como de erigirse en una suerte de tribunales populares que emiten sentencias a partir de burdos juicios mediáticos en donde a cualquier declaración, por absurda que sea, se le dan tintes de prueba estelar.