El siglo XXI trajo consigo un cambio de paradigma en el CMLL, empresa que durante varias décadas fue dominada en cuanto al estilo por los oriundos de Jalisco y en lo administrativo por los del centro del país. A medida que crecían en importancia las figuras de Blue Panther, Dr. Wagner Jr. y Black Warrior, paralelamente se daba un movimiento en el ring que terminó siendo un símbolo de los nuevos tiempos: Daniel López, El Satánico, le daba el relevo a José Gutierrez, el Último Guerrero, gladiador que a partir de entonces encabezó y consolidó al grupo más importante al interior de la moderna empresa coliseína: Los Laguneros.
Con absoluta certeza puedo decir que este proceso no fue planeado sino que fue el resultado de diversas circunstancias, circunstancias que terminaron por definir, para bien y para mal, a un grupo que a su vez ha definido el estilo del CMLL. Es innegable que una generación de brillantes luchadores de la laguna coincidieron en un mismo espacio y tiempo, también lo es que el Dr. Wagner Jr. fue uno de los primeros grandes ídolos del siglo y que eclipsó el reinado del otrora carismático Atlantis, así como también lo es que El Satánico encontró en el Último Guerrero al alumno más destacado entre todos los que tenía a su disposición, sin embargo, los vientos de cambio no tenían tanta fuerza porque, al final de cuentas, Atlantis terminó por remontar a Wagner Jr. -y eventualmente al propio Último Guerrero-; Black Warrior y Blue Panther cayeron ante dos representantes del centro del país y en realidad, a pesar de su talento, todavía no tenían la fuerza necesaria para imponerse legítimamente al resto. ¿Qué fue lo qué pasó entonces? Las turbulencias por las que atravesó el elenco coliseíno durante el segundo lustro del siglo derivaron en la salida de varios luchadores importantes, situación que abrió un espacio para que una nueva generación de luchadores laguneros, encabezados por José Gutiérrez, demostraran un elemento que es altamente apreciado por la familia Lutteroth: La lealtad.
El lagunero es un luchador disciplinado, físicamente tiene condiciones óptimas, son talentosos y generan un buen ambiente laboral, sin embargo, han tropezado a la hora definitiva porque a pesar de dominar los duelos de apuestas más importantes, lo cierto es que los más memorables siguen siendo los protagonizados por los jaliscienses y los luchadores del centro del país. ¿Cómo es esto posible?
En el pecado llevan la penitencia y la verdad sea dicha el lugar que tienen no es consecuencia de haber superado al resto de escuelas sino de un proceso de descarte. En efecto, ellos fueron los que se quedaron, no los que ganaron. Seré claro: El luchador lagunero es talentoso y dedicado pero no es un luchador competitivo, además, su personalidad suele ser excesivamente localista. Desde el punto de vista de la unión grupal su fraternidad es admirable, son una suerte de familia, sin embargo esta virtud propicia un ambiente de cordialidad pero no está generando un ambiente que favorezca a la competencia y al consecuente aumento en la calidad del elenco, no hay filtros. Por el contrario, su grupo cada vez es más parecida a los grupos que en el pasado formaron los oriundos de Jalisco y del centro del país.
Un hecho de especial relevancia lo fue la muerte del Brazo de Oro, misma que representó la purga de un grupo hasta entonces emblemático al interior del CMLL y la renovación en la dirigencia sindical, la cual a pesar de seguir siendo centrista quedó en manos de alguien mucho más afín a Los Laguneros de lo que en su momento lo fue la administración de Los Alvarado. Por tanto, el manto de Los Laguneros ya no solo es una cuestión de una hegemonía en el ring sino también en lo docente y en lo administrativo. No obstante, su mandato no ha terminado de consolidar a una súper estrella -Lo más cercano a una fue Andrade- y tal parece que hasta la fecha su mayor éxito radica en haber consolidado una red de poder que se ha extendido hacia los hermanos, hijos, esposas y concubinas.
Si de unir a un grupo y de crear un ambiente de camaradería se tratara, definitivamente, mi primera opción serían Los Laguneros, sin embargo, si el propósito fuera crear un entorno competitivo que favorezca al incremento en la calidad de los miembros del elenco, por ningún motivo pensaría en ellos.
Dominan por descarte.
Tienen talento, les falta sangre.
Con absoluta certeza puedo decir que este proceso no fue planeado sino que fue el resultado de diversas circunstancias, circunstancias que terminaron por definir, para bien y para mal, a un grupo que a su vez ha definido el estilo del CMLL. Es innegable que una generación de brillantes luchadores de la laguna coincidieron en un mismo espacio y tiempo, también lo es que el Dr. Wagner Jr. fue uno de los primeros grandes ídolos del siglo y que eclipsó el reinado del otrora carismático Atlantis, así como también lo es que El Satánico encontró en el Último Guerrero al alumno más destacado entre todos los que tenía a su disposición, sin embargo, los vientos de cambio no tenían tanta fuerza porque, al final de cuentas, Atlantis terminó por remontar a Wagner Jr. -y eventualmente al propio Último Guerrero-; Black Warrior y Blue Panther cayeron ante dos representantes del centro del país y en realidad, a pesar de su talento, todavía no tenían la fuerza necesaria para imponerse legítimamente al resto. ¿Qué fue lo qué pasó entonces? Las turbulencias por las que atravesó el elenco coliseíno durante el segundo lustro del siglo derivaron en la salida de varios luchadores importantes, situación que abrió un espacio para que una nueva generación de luchadores laguneros, encabezados por José Gutiérrez, demostraran un elemento que es altamente apreciado por la familia Lutteroth: La lealtad.
En el pecado llevan la penitencia y la verdad sea dicha el lugar que tienen no es consecuencia de haber superado al resto de escuelas sino de un proceso de descarte. En efecto, ellos fueron los que se quedaron, no los que ganaron. Seré claro: El luchador lagunero es talentoso y dedicado pero no es un luchador competitivo, además, su personalidad suele ser excesivamente localista. Desde el punto de vista de la unión grupal su fraternidad es admirable, son una suerte de familia, sin embargo esta virtud propicia un ambiente de cordialidad pero no está generando un ambiente que favorezca a la competencia y al consecuente aumento en la calidad del elenco, no hay filtros. Por el contrario, su grupo cada vez es más parecida a los grupos que en el pasado formaron los oriundos de Jalisco y del centro del país.
Un hecho de especial relevancia lo fue la muerte del Brazo de Oro, misma que representó la purga de un grupo hasta entonces emblemático al interior del CMLL y la renovación en la dirigencia sindical, la cual a pesar de seguir siendo centrista quedó en manos de alguien mucho más afín a Los Laguneros de lo que en su momento lo fue la administración de Los Alvarado. Por tanto, el manto de Los Laguneros ya no solo es una cuestión de una hegemonía en el ring sino también en lo docente y en lo administrativo. No obstante, su mandato no ha terminado de consolidar a una súper estrella -Lo más cercano a una fue Andrade- y tal parece que hasta la fecha su mayor éxito radica en haber consolidado una red de poder que se ha extendido hacia los hermanos, hijos, esposas y concubinas.
Si de unir a un grupo y de crear un ambiente de camaradería se tratara, definitivamente, mi primera opción serían Los Laguneros, sin embargo, si el propósito fuera crear un entorno competitivo que favorezca al incremento en la calidad de los miembros del elenco, por ningún motivo pensaría en ellos.
Dominan por descarte.
Tienen talento, les falta sangre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.