miércoles, 5 de mayo de 2021

Una cuestión de peso.

Tras la renuncia de “DE-EME-TE” el campeonato nacional de peso completo, propiedad del CMLL, quedó vacante y de forma lógica surge la pregunta sobre quien será el siguiente campeón. Pregunta lógica, cierto, pero no la principal. 

Diamante Azul es un luchador que es difícil de superar en cuanto a sus bases técnicas pero no así en el resto de habilidades que debe de reunir un luchador profesional. Lo anterior es lo que me permite afirmar que el nombre de su sucesor no es la principal pregunta sino las siguientes, ¿Qué es lo que quiere el CMLL para su división de pesos completos? y ¿Qué es lo que buscan con sus campeonatos nacionales?

Respecto a la segunda pregunta ya me he permitido sugerir que ante la actual campaña de desprestigio que hay en contra de la tradicional fórmula mexicana deben de hacer una clara distinción entre el estilo empleado en sus campeonatos mundiales y el utilizado para sus campeonatos nacionales. En efecto, para ninguna otra empresa del país la mexicanidad es tan importante como lo es para el CMLL, ¿La razón? Simple, porque hablamos de la empresa que consolidó a la lucha libre en nuestro país, aquella en la que se fue desarrollando el estilo y modalidades que nos caracterizan y la única que, a la fecha, continúa siendo la mayor defensora de nuestro propuesta y que no es una versión tropical del estilo estadounidense. Por lo tanto, ser un campeón nacional en la empresa mexicana de lucha libre por excelencia, no debería de ser cualquier cosa, al contrario, debemos de hablar de excelencia. Para mi una distinción lógica sería la de utilizar el formato de dos de tres caídas para los campeonatos nacionales y el de una sola caída para los mundiales. Aunado a lo anterior considero que el estilo de llaveo tradicional mexicano debería de quedar reservado para los títulos nacionales y el estilo de moda a nivel internacional, cualquiera que este sea,  para los mundiales. Dos títulos, dos estilos diferentes pero ambos con idéntico prestigio para campeón y empresa.

Luego entonces, si la respuesta esta pregunta es “buscar un cambio”me parece que hay varias opciones a tener en cuenta y que mencionaré al final de este escrito.

Si la respuesta a la pregunta anterior es “mantener el status quo” entonces seguiremos viendo un formato en donde un campeonato tiene más valor que el otro y en donde hay una ligera pero importante diferencia entre el lugar en cartelera y las aspiraciones de los campeones mundiales y los nacionales.  En este caso, seguramente el futuro campeón nacional será alguien como Diamante Azul, un  luchador cuyo radio de acción se encuentra en los sitios semifinales y estelares pero que está lejos de protagonizar las apuestas en los eventos más importantes. Bajo este criterio Euforia parece una elección lógica. 

Sin duda, esta decisión sería coherente con el CMLL y estrictamente cumplidora pero resultaría insatisfactoria por muchos motivos. Vaya, si alguien como Diamante Azul te genera una crisis (por pírrica que esta sea) es para ponerse a pensar muy seriamente. Además, el hecho de que a la gente se le complique nombrar a tres posibles candidatos a sucederlo como campeón, a pesar de que existen varios nombres para ello, es señal de que existe una área de oportunidad que debe de atenderse.

Por ejemplo, El Terrible "El Hombre que lo ha ganado todo en el CMLL", jamás fue publicitado como tal cuando estuvo a punto de lograr dicha hazaña a pesar de que, sin duda, este hecho le hubiera dado un toque adicional a su disputa por "El Rey del Inframundo". En el mismo orden de ideas tampoco se dijo que en las encuestas para elegir a los luchadores que serían parte del aniversario 87 el Negro Casas ponía en riesgo una racha de varias presentaciones de forma consecutiva en dicho evento. Vaya, si me permiten el juego de palabras a menudo la mejor historia es la historia misma y de esa el CMLL tiene bastante. ¿Cuál es el problema? Falta de comunicación y de publicidad que no permiten resaltar este tipo de detalles.

Un segundo problema, aunque de más difícil solución, sería el de convencer a elenco y empresa de la necesidad de hacer rotaciones y de hacer valer aquello de que exposiciones son amores. A un campeón lo conoces por la calidad de sus defensas y variedad de sus rivales. Un retador, por el contrario, le basta con perder decorosamente para mantenerse en el radar de los aficionados de modo que, cuando sea necesario, a nadie le tome por sorpresa que se ciña el cinturón. 

El tercer problema sería definir que se busca en un campeón de peso completo coliseíno, o mejor aún, que se busca en un peso completo coliseíno. Por ejemplo, con un tipo como Vulcano que tiene una carrocería impresionante, ¿Qué esperas de él?, ¿nada más vestirlo como gorila y que luche en un estilo en donde no le saca ningún provecho a su peso?, ¿Buscan pesos completos cuya rutina sea basada en castigos de poder? ¿Uno carísmatico? ¿Alguno dotado técnicamente? o ¿Un mero reparto de cuotas? Insisto, si las respuestas a estas preguntas son seguir exactamente igual pues cualquiera de los que recién ostentó o disputó el titulo es una buena opción.

El CMLL no debe de aspirar únicamente a encontrar un sustituto de Diamante Azul porque a pesar de que es un buen luchador, no es ni de cerca el arquetipo del peso completo al que deben de aspirar a tener y por lo tanto, fijarse esa meta sería quedarse muy cortos, ser muy mediocres. Deben de poner la mirada más alto.

¿Hay candidatos? Bastantes. Está Euforia, un tipo que tiene todas las cualidades físicas, técnicas y hasta de grupo para ser campeón. Está Gran Guerrero para ver si por fin encuentra la motivación para convertirse en un líder. Desde luego que está el El Terrible porque él siempre será una opción. Están los miembros de la NGD para que por fin vayan demostrando que pueden destacar también en lo individual. Si se quiere algo parecido a Diamante Azul están Blue Panther Jr. y Black Panther. Retro debiera de ser un candidato no solo por merecer el ascenso sino porque es una opción que representa al clásico estilo coliseíno. Vangellys es alguien a que en aras de impulsar a su equipo le vendría muy bien un campeonato. ¿Quién más? Desde luego que está Hechicero como una opción mediática que a corto plazo daría muy buenos resultados y que la mayoría de los aficionados interpretaría como una mejora en relación al campeón anterior. Incluso, ¿por qué no? plantearle la hora de la verdad a Vulcano, ¿puedes o no? él tiene todo para ser dominante pero no ha marcado una diferencia hasta ahora. El problema como se puede ver es que a pesar de que existe más de un nombre atractivo y el número suficiente de suspirantes al título para hacer una digna eliminatoria, a la gente le cuesta pensar en el relevo de un campeón que fue muy cuestionado.

No necesitan apelar a ideas descabelladas que nada tienen que ver con su historia y filosofía, ni siquiera necesitan plantearse contrataciones que no se darán, sino que les basta con voltear a ver a su cantera y confiar en el trabajo que tienen de tiempo atrás. La respuesta está en sus manos e indudablemente hay muchos problemas por resolver, de entrada, el aquí planteado y que deja claro lo injusto que es que una decena de buenos elementos no parezcan como lógicos sucesores de un campeón cuestionado.

Cantera, formato, objeto y publicidad. Tienen los ingredientes, ¿sabrán mezclarlos?


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