martes, 28 de septiembre de 2021

Las Amazonas: Como un puñado de luchadoras logró cambiarle el rostro a la división.

El 29 de Marzo escribí un duro diagnóstico sobre la división femenil del CMLL, conocida popularmente como “Las Amazonas” y que en aquel entonces atravesaba por una etapa muy dificil, sin embargo, algo ocurrió a lo largo de seis meses que permitió que el CMLL cuente ahora con el mejor elenco de luchadoras de nuestro país. ¿Cómo se produjo este cambio? La respuesta es muy simple: Trabajo. 

En primer lugar, la división femenil tiene varios meses trabajando arduamente junto a sus instructores por lo que es justo reconocer a dicho esfuerzo como la razón principal del cambio. Amazonas e instructores como el Último Guerrero han puesto todo de su parte para mejorar la calidad en la división femenil. Ahora bien, admitir lo anterior sería insuficiente porque no es la primera vez que trabajan muy duro pero si es la primera en años en donde si obtienen el reconocimiento y lugar que se merecen. 

El segundo punto a tener en cuenta es que hoy día existe una división femenil que tomó distancia de los usos y costumbres de luchadores para reemplazar el ego y actitudes de macho alfa característica de la división masculina por un espíritu de sororidad. Es esta la razón por la que se ha visto una división que disfruta de sus logros comunes y que se apoyan mutuamente a pesar de ser rivales en el ring. Finalmente, se comprendió que hombres y mujeres no pueden ser tratados de la misma manera porque no responden a los mismos estímulos ni tienen las mismas necesidades.

Trabajo y ambiente son los dos primeros ingredientes de este éxito pero serían insuficientes de no haber tenido luchadoras que cayeran en estado de gracia y si no hubiera existido congruencia en su programación y no se hubieran erradicado favoritismos. Sin La Jarochita y Silueta hubiera sido complicado romper la hegemonía de las veteranas. La primera representa un arduo trabajo técnico y físico que hizo imposible negarle su lugar en la lucha libre. Silueta, por su parte, representa un espíritu perseverante que se reinventó y cuyo trabajo encontró eco en el CMLL de Jalisco dando un muy buen ejemplo de lo que se obtiene cuando empresa y luchador caminan hacia la misma dirección.
 
Teniendo a ambas como punta de lanza fue posible apuntalar a Lluvia, una carta jugada en más de una ocasión que no había podido consolidarse como la bomba sexy de la empresa pero que encontró en su dueto con Jarochita la motivación para mejorar en el ring y convertirse en algo más que una cara bonita. Paralelamente emergió Stephanie Vaquer gozando de una buena reputación en el circuito independiente y representando nuevos vientos en el CMLL. Este trabajo se sumó al espectacular trabajo físico que desde años mantiene Dalys y por eso empezó a consolidarse una división femenil muy dinámica a diferencia de las lentas y erráticas evoluciones que habían marcado a la división en su último lustro.
 
Por diversas circunstancias Estrellita y Mystique salieron de la empresa y con ello inmediatamente mejoró el promedio de calidad de la división. Reina Isis, Avispa Dorada, Skadi, Sanely, Vaquerita, Magnifica e incluso el abandonado proyecto de La Metálica tienen todo para terminar de entender los nuevos tiempos y sumarse a un proyecto en donde el trabajo encuentra recompensa.
 
Del lado de las veteranas hay un reto enorme porque la innegable calidad y jerarquía de Marcela, Amapola y Princesa Sugeith pronto deberá de ser acompañada por un trabajo físico más arduo y nuevas ideas que les permitan reinventarse y adaptarse a los nuevos tiempos. A partir de este momento todo cambio debería de ser para bien.
 
El CMLL finalmente comprendió el momento y actualmente es la empresa mexicana de lucha libre que más ha hecho a favor de la equidad logrando que en tres meses consecutivos las mujeres tengan acceso al pago de garantía más alto al que puede aspirar un luchador en el CMLL: El turno estelar. Resulta que una empresa acusada de no modernizarse es la que, de hecho, está actuando de la forma más moderna posible sobre el particular.
 
Ahora bien, todo lo anterior podría explicar porque el gran momento que vive la división femenil del CMLL pero sería insuficiente para hacer lo mismo con el cambio de paradigma que vive la lucha libre mexicana y la razón por la que dicha división se convirtió en la mejor del país. Explicar esto último tampoco es difícil porque es consecuencia de lo opuesto al trabajo, el abandono.
 
Triple A cuenta, con diferencia, con las luchadoras más populares de México pero actualmente su división femenil se encuentra difuminada y extraviada en luchas mixtas. A pesar de la edad promedio de su elenco no hay un relevo generacional para Faby Apache y por ello sus luchadoras más populares no han alcanzado el nivel de calidad para luchar en contra de las importadas. Se han preocupado más por tener caras bonitas que luchadoras con buena técnica y en el caso de La Hiedra es notable la falta de trabajo en el gimnasio.
 
El trabajo de unos y la falta del mismo de otros es la razón por la cual el CMLL actualmente cuenta con el mejor elenco de luchadoras del país. Triple A tiene la popularidad pero les falta el trabajo, por tanto, si existe una sana competencia podríamos estar en la antesala de una época dorada para la división femenil.
 
A trabajar. No hay de otra.


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