No pasa nada.

Se cumplió un año de que el proyecto conocido públicamente como “Federación Wrestling” fue abortado no sin antes generar grandes pérdidas económicas a sus organizadores y un lastre que los persigue hasta el día de hoy. La familia Muñoz no ha dimensionado el impacto que tuvo en sus carreras su fallida incursión como promotores de lucha libre y estoy seguro de que ni siquiera tienen claro cuál fue el origen de su fracaso.

 

¿Cómo es posible que el tipo que, tras su despido en septiembre del 2019 recibió un apoyo multitudinario de parte de la comunidad de lucha libre en redes sociales, sea hoy día el luchador con la peor relación costo beneficio debido a sus altas garantías y pobres entradas que genera? Entenderlo es simple si no se idealiza ni demoniza a ninguna de las partes involucradas.

 

En primer lugar, se tiene que aceptar que el pulso de las redes sociales muy a menudo es un espejismo que no corresponde con la realidad. Ese mundo alterno en donde el CMLL está a punto de la bancarrota no guarda ninguna relación con la compañía que, al día de hoy, tiene el mejor promedio de asistencia para una compañía de lucha libre. Tal y como se ha visto en los últimos meses el número de “likes” no es directamente proporcional al número de boletos vendidos. Existen compañías que en sus redes sociales a veces no logran ni cinco interacciones por publicación pero que venden miles de boletos mientras que, por el contrario, hay luchadores que llegan hasta más de mil interacciones pero que los auditorios en donde se presentan están semi vacíos. Es muy probable que la reacción tras el despido de Rush se haya debido más a una virulenta reacción en contra del CMLL que a un parámetro para medir la popularidad del luchador.

 

Tras su despido, vinieron una serie de sucesos que han contribuido a su degradación como figura y que a continuación me permito enunciar:

 

EXPECTATIVAS NO CUMPLIDAS: Alrededor de Rush y de su rivalidad con Adolfo Tapia se construyeron varios mitos en donde se exageró su potencial y se minimizó el rol que el CMLL tuvo manejando la carrera del tapatío y como personaje protagonista en dicha rivalidad, respectivamente. Por el contrario, se demonizó su papel y se afirmó que su carrera y rivalidad funcionarían mejor sin ellos. No sucedió.

 

Al contrario, la rivalidad perdió encanto porque la misma jamás se trató de Tapia versus Rush sino de Tapia versus el CMLL y su estrella. En efecto, sin el CMLL no existe el factor disruptivo a lo tradicional, la presencia de Tapia pierde lo profano y solo queda una más de las peleas de cantina que abundan en el circuito independiente. Aunado a lo anterior, se sobredimensionó tanto a dicha rivalidad y se demonizó tanto el papel del CMLL que se afirmaron varias cosas que jamás se cumplieron. Sin el CMLL la rivalidad no se volvió más violenta, tampoco llenaron grandes aforos y tampoco se concretó ya sin la presencia de la familia Lutteroth. Entre decepciones y promesas incumplidas, se perdió el interés.

 

Se dijo que la falta de disposición del CMLL era un lastre para concluir la rivalidad, se negó que el impedimento legal argumentado por PROMECOR fuera la razón por la que no se pudiera realizar una lucha de apuestas entre ambos y aquí estamos, 638 días después y contando desde el despido de Rush, ninguna empresa ha realizado la lucha de máscara contra cabellera.

Se dijo que el CMLL estaba dejando ir la oportunidad de usar una rivalidad que tenía la capacidad de llenar el estadio Azteca. 638 días después y contando, “la rivalidad que vale oro” acaba de meter menos de 300 personas en la plaza Jacales de Nuevo León y previamente habían vendido menos del 40% de boletos en el gimnasio Juan de la Barrera, Mérida y Tabasco.

En realidad la rivalidad nunca fue tan popular y esto lo admitió el propio Dorián Roldán quien en un intercambio en Twitter aceptó que reunir a Tapia y Rush en un mismo equipo tenía por objeto presentarlos a la afición, desarrollar una historia y posicionar la rivalidad ante una mayor audiencia.

La calidad de sus luchas tampoco mejoró en su etapa como independientes y su estilo de peleas de cantina no sorprende en un circuito en donde en cada función hay más de dos luchas en donde las acciones se van a las gradas. Su propuesta ya no es novedosa sino la norma.

PERSONAJE Y CONCEPTOS DISTORSIONADOS Y DEVALUADOS. El CMLL desarrolló al Toro Blanco, el hombre que no respeta jerarquías y, posteriormente, con las aportaciones de Rush y Andrade a Los Ingobernables. El encanto de Rush radicaba en que sin ser rudo era un luchador que disfrutaba de los abucheos, que se crecía ante el rechazo del público y que era irrespetuoso ante sus rivales. Su propuesta era la de un joven impetuoso y avasallante que a medida que aumentaba su experiencia local e internacional, iba mejorando en calidad. De eso, no queda nada. El hombre cínico e indiferente hacia el público derivó en un jala aplausos con ínfulas de nuevo rico. Del tipo que no respeta jerarquías quedó un luchador que tiene a Adolfo Tapia en un altar. Del ingobernable que desafiaba lo establecido quedó el insípido y nepotista hombre de familia que exige plazas para sus parientes y que se rehúsa a luchar con elementos locales. Ya no es rebelde, ahora es un conservador.

Si la figura del hombre que no respeta jerarquías y el ingobernable quedó distorsionada, la de Los Ingobernables está por los suelos. Del grupo integrado por luchadores de respetable calidad tales como Andrade, La Máscara y El Terrible, optó por la versión en donde el único filtro para ser miembro es tener una relación familiar con él o, peor aún, compartir su animadversión hacia el CMLL. Cabe hacer mención de que Rush condiciona su contratación a la presencia de sus parientes, se vende en paquete y este año tuvo la puntada de que su esposa fuera parte del mismo. La idea fue tan mala que después de un par de presentaciones la misma ya fue desechada. En el mismo orden de ideas dejarse llevar por el odio lo llevó a tomar otra pésima decisión al seleccionar a Vangellys como nuevo miembro de su agrupación. La decisión es tan mala que ya había sido desechada dentro del propio CMLL y bajo el mismo concepto. PROMECOR, con mucho más experiencia en el manejo de luchadores, ya había visualizado que Vangellys ya sólo sirve para conceptos de medio cartel en donde ni siquiera aspira a ser capitán. Los independientes llegaron a una conclusión similar pues su imagen estaba tan devaluada y poco posicionada que prefirieron enmascararlo. Incluso gente de PAPSA ha externado públicamente que no es su deseo contar con él, sin embargo, para Rush el tipo es materia de un concepto estelar. Quiere enseñarle de chiles a La Costeña.

No omito señalar el ridículo que representó Dralístico, personaje cuyo nombre se prestó a meme a pesar de largas semanas de planeación de los Muñoz para su “sorpresiva presentación”. La sorpresa estaba tan anunciada -la cante en exclusiva en mi cuenta de Twitter- que para el día de su anuncio el CMLL ya tenía listo entregarle el personaje de Místico a Carístico. Fueron aplastados mediáticamente.

CALIDAD TÉCNICA.De todos el punto más sensible. El progreso de Rush se detuvo y el único responsable de su falta de crecimiento es él. Optó por casarse con un hombre de más de cincuenta años y desarrollar un estilo netamente callejero en vez de alternar con otros jóvenes talentosos que le exigieran mucho más. Para este punto él ya debería de tener varias rivalidades con los mejores luchadores del momento y ser reconocido por el uso de nuevos movimientos y por su capacidad de, gracias a su fortaleza, lograr que sus rivales hicieran más y fueran más audaces. Optó por el camino fácil, el de la resistencia física e intercambio de golpes. En cuanto a aliados su endogamia luchística también le ha pasado factura puesto que estar rodeado de otro luchador de más de cincuenta años y de un luchador cuya carrera esta desahuciada tampoco le ayuda para que su agrupación sea reconocida por sus castigos coordinados o elaboradas coreografías, al contrario, su estilo consiste en un vulgar zapateado y golpes a los huevos.

 

Lo peor del caso es que la comunidad luchística empieza a darse cuenta de sus defectos pero él sigue encerrado en su burbuja. Afortunadamente para él, sobran los empresarios neófitos que toman decisiones a partir del pulso de las redes sociales y seguramente no le faltará trabajo,sin embargo, si desea volver a los primeros planos deberá de aceptar que como buen zapatero debe de dedicarse exclusivamente a sus zapatos y dejarle el manejo de su carrera a gente con experiencia en el ramo. De lo contrario, su eslogan se volverá en su epitafio y no seguirá pasando absolutamente nada con él.