No estoy deconstruido ni pretendo estarlo, sin embargo hay algo llamado sentido común y de eso me gustaría hablar en esta ocasión.
El CMLL históricamente ha tenido una relación agridulce con las damas. En efecto, el consejo ha sido para ellas la primera vez en más de una ocasión pero también es un hecho que buena parte de las letras doradas de la lucha femenil mexicana se han escrito fuera de sus arenas. Entre la inconstitucional veda impuesta por el misógino Rafael Barradas y otros periodos en donde no ha promovido lucha femenil, lo cierto es que la historia del CMLL con las mujeres no es tan rica como la de los hombres y que muy posiblemente su filosofía ha sido la razón por la que estrictamente hablando nunca han tenido una época dorada con ellas. Por alinearse a las autoridades no lucharon desde un principio por evitar la veda y el levantamiento de esta solo es trascendental desde una perspectiva centralista en donde se infravalore a las páginas doradas que las mujeres escribieron en provincia y particularmente en el Estado de México. Incluso en los noventas el gusto de ser la capital de la lucha femenil les duró muy poco luego de que buena parte de sus luchadoras decidió irse con Antonio Peña. La historia durante el siglo XXI no ha sido muy diferente. Es verdad que técnicamente llegaron a ser la mejor división femenil del país pero también lo es que jamás lograron serlo en lo mediático y que eventualmente también perdieron su otrora calidad. ¿Cómo fue que llegamos a esto? La historia citada líneas atrás, mas comprimida que resumida, debiera darnos una idea de ello.
En primer lugar, entre sus programadores no cuentan con uno solo que hasta antes del 2005 tuviera experiencia promoviendo a las mujeres. En segundo lugar, desde entonces ninguno de ellos ha generado a una ídolo. Buenas luchadoras, sí, grandes luchas, desde luego (varias de hecho) ¿Pero una ídolo? no la han generado y vaya que han tenido opciones. Han tenido una baraja de luchadoras que van desde lo técnicamente bueno -Amapola, Marcela, Zeuxis- hasta lo mediático -Diana la Cazadora, Dark Angel, India Sioux, Lady Maravilla, Goya Kong, Sanely- y aún así no se ha alcanzado ese extra.
En segundo lugar y derivado de lo anterior no han creado un sistema que favorezca al desarrollo de los mujeres y prácticamente solo han importado el que les ha dado resultado en los hombres. No han logrado ofrecer los suficientes estímulos y la filosofía coliseína -que ya ni respetan los varones- ha terminado por ser un lastre para las más jóvenes en donde prácticamente en todo este tiempo no se ha consolidado a nadie que haya debutado antes de los 25 años.
Las veteranas no tienen la culpa de luchar bajo la filosofía que les inculcaron y cobrar derecho de piso. El problema es que se abrió una brecha inmensa entre ellas y las novatas y que a estás últimas no les ha dado para reclamar su lugar de forma legitima -abajo del ring-. En Triple A de tiempo atrás ya tienen bien claro el perfil de luchadora que buscan y ellos utilizan a sus veteranas para hacer lucir a luchadoras menos talentosas pero más jóvenes y atractivas, lo cual genera un cierto equilibrio entre las aspiraciones de unas y otras. En el CMLL la lógica es exactamente lo opuesto y aunque esto, en teoría, no debiera de ser malo, lo cierto es que lo es porque mientras unas se hacen más viejas y monótonas las otras no solo no crecen sino que desisten y buscan pastos más verdes.
El tercer problema tiene que ver con la ausencia de perspectiva de género, tema del que evidentemente los programadores no tienen la mínima idea. Reitero que programan replicando el criterio pensando para los varones -que ya ni los varones respetan-, pero además repiten las prácticas nepotistas vistas en la división masculina pero de una forma que termina rayando en lo grotesco. En los casos de Estrellita, Dalys, Princesa Blanca y Lluvia su tiempo de mayor promoción ha coincidido con el momento en que eran la pareja sentimental de algún prominente coliseíno. ¿Gala Lutteroth o Sofía Alonso podrían explicarle a los carcamanes coliseínos lo horrible que se ve esto? Para como están las cosas con el feminismo, el nepotismo podría ser el menor de sus problemas.
La filosofía del macho alfa, aquel que no deja comer a nadie hasta que termina de saciarse o hasta que alguien más le quita su lugar OBVIAMENTE está pensada para los varones pero no para las mujeres. La brecha entre las amazonas no solo es de calidad sino también de edad y de la forma de entender al mundo -en algunos casos entre unas y otras hay una diferencia de 20 años-. Muy probablemente el concepto de la sororidad sería mucho más provechoso y le daría su propia filosofía a las amazonas. Soy partidario del sedentarismo coliseíno en muchos rubros pero no en uno en donde no han alcanzado el máximo nivel.
Entre las amazonas hay un lastre llamado estancamiento. Grande e inamovible, imponente pero incapaz de avanzar y que no permite que nadie más avance a pesar de que tienen talento de sobra para hacerlo.
Imagen: CMLL.
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