Los Alonso y la NWA.

El aclamado match entre Volador Jr. y Bandido por el campeonato mundial welter histórico NWA transmitido vía streaming por Tickermaster Live! además de los ya referidos halagos también sirvió para poner sobre la mesa la situación respecto al CMLL y la NWA, ¿Por qué el CMLL tiene títulos NWA?, ¿Están autorizados por Lightning One, Inc.? Las respuestas a estas preguntas son; porque legalmente están facultados para hacerlo y no, porque no necesitan de ninguna autorización adicional a la que el gobierno de México ya les concedió.

"La confusión" respecto a la titularidad que en nuestro país tiene el CMLL¿ sobre la marca National Wrestling Alliance (NWA) proviene de una combinación de suposiciones infundadas, "fake news", las mentiras de Blue Demon Jr. y la típica visión imperialista de los aficionados estadounidenses que se sienten el ombligo del mundo y que asumen que fuera de sus fronteras únicamente existen lo que ellos llaman "banana republic" o de plano "shithole countries".

La historia de la NWA y la historia de los campeonatos NWA que se disputaron en México es de sobra conocida, lo que no lo es tanto es su naturaleza jurídica. La entonces EMLL celebró un convenio con una organización de promotores estadounidenses que ya no existe más, por tanto, desde hace varios años dejó de existir cualquier tipo de vínculo con dicha organización.. La actual NWA tiene una naturaleza jurídica completamente diferente y su mayor atractivo son sus licencias. Cabe resaltar que entre estas licencias por supuesto que no se encuentra la librería de material audiovisual en donde se hubiera disputado un título de la NWA en nuestro país, ni la propiedad intelectual generada por el CMLL y reconocida por el estado mexicano .

En efecto, en nuestro país la marca "National Wrestling Alliance NWA" ha sido propiedad intelectual de la familia Lutteroth desde hace varias décadas atrás -primero a nombre de una razón social, después de Paco Alonso y actualmente de su hija Sofía-. En más de 80 años ni la alianza de promotores estadounidenses ni los empresarios que han adquirido la licencia de la marca en el siglo XXI -incluyendo Lightning One, Inc.- han constituido propiedad intelectual alguna en nuestro país y sus licencias no tienen alcance global, solo local (USA).

¿Entonces qué pasó con Blue Demon Jr.? Simplemente arrendó el campeonato mundial de peso completo de la NWA e hipotéticamente se encontraba facultado para explotarlo comercialmente en territorio estadounidense, más no en nuestro país. Lo anterior en virtud de que en el año 2000 el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial le otorgo, en exclusiva, el título de la marca a Paco Alonso para su explotación en territorio mexicano. Luego entonces, no solo los estadounidenses no tenían ninguna facultad para desconocer los títulos del CMLL -mucho menos Blue Demon Jr.-,sino al contrario, en nuestro país solo el CMLL podía desconocer e incluso demandar, a quienes indebidamente lucraran con una marca de su propiedad. En consecuencia, los campeonatos, títulos y eventos "patito" en realidad eran los organizados por Blue Demon Jr. En efecto, con respecto a la National Wrestling Alliance (NWA) nunca existió ningún título de marca -o de obra artística- a favor de Luis Roberto Rabadán Urueta, ni de Eduardo Macias ni de Daniel Aceves, ni de los gringos ni de ninguna otra persona, el único propietario era Paco Alonso quien en una típica estrategia coliseína optó por no darle bola a terceros y simplemente, haciendo uso de su marca, ordenó diseñar otros cinturones y logo para explotarlos comercialmente y sin objeción alguna, tal y como lo faculta el estado mexicano.

El caso de la NWA es otro en donde, contrario a la creencia popular, es el CMLL quien ha actuado apegado a la ley. Llamar históricos a sus títulos no fue un acto de cobardía sino uno de soberbia.

P.D. El IMPI recientemente renovó la titularidad de la marca a favor de Sofía Alonso de tal modo que la National Wrestling Alliance (NWA) seguirá formando parte del acervo de la familia Lutteroth hasta el año 2030. Noventa años de historia, nada más.