domingo, 2 de mayo de 2021

La comisión y los campeonatos nacionales.

La salida del CMLL de Diamante Azul, vigente campeón nacional completo, nuevamente pone sobre la mesa la situación sobre los campeonatos nacionales y de paso pone de manifiesto la ignorancia supina que periodistas y aficionados tienen sobre el tema. En el caso de los aficionados se dispensa su ignorancia porque solo han sido víctimas de dos de las ficciones más exitosas de la lucha libre mexicana, la comisión y su reglamento. En el caso de los periodistas es imperdonable que a estas alturas de la vida sigan tropezando con la misma piedra.

En efecto, la Comisión de Lucha Libre Profesional del Distrito Federal siempre ha sido un elefante blanco constituido bajo un pobre marco jurídico que, incluso en su etapa anterior y por cuanto hace a la lucha libre, a nivel legal únicamente se le reconocía su existencia y modo de organización pero en ningún momento se le facultaba para realizar la inmensa mayoría de los "actos jurídicos" que durante décadas han venido realizando -Por ejemplo, no están facultados para prohibirle a un luchador desenmascarado que vuelva a trabajar enmascarado incluso al día siguiente de haber perdido la capucha-. Vaya, de inicio, el primero que viola el reglamento es el propio Luis Alcantar Manzo, "El Fantasma", quien por incurrir en la prohibición establecida en la fracción V del artículo 5 del reglamento de la comisión de lucha libre profesional del Distrito Federal, no debería de ocupar el cargo -Incluso, ahora que recién desvió recursos de la CDMX destinados a sus ciudadanos para entregárselos a mexiquenses, podría ser sujeto de responsabilidad administrativa-. 

Ahora bien, volviendo al tema que nos ocupa cabe aclarar que en NINGUNO de los 27 artículos que integran al citado reglamento se menciona que dicha comisión tenga a su cargo la propiedad, administración, organización y titularidad sobre los campeonatos nacionales. Mucho menos está facultada para establecer un ranking de retadores ni para desconocer a luchador alguno (El reglamento para la organización interna de la comisión establece sanciones pero para la aplicación de las mismas remite a un reglamento técnico que jamás ha sido publicado en la Gaceta de la CDMX y que por lo tanto sus sanciones carecen de validez alguna). Para que la comisión tuviera injerencia en los campeonatos nacionales debería de ser una autoridad FEDERAL con una serie de facultades otorgadas mediante un marco jurídico aprobado por la cámara de diputados. No es el caso.

¿Entonces cuál es el estatus de los campeonatos nacionales? De propiedad privada ni más ni menos. Así como existe una "Serie Mundial" que no está organizada por la ONU y un certamen "Miss Universo" que no tienen participantes de otras galaxias,  también existe un "Campeonato Nacional" que solo se apuesta en una misma empresa porque en realidad solo es una marca comercial y el campeonato "en físico" es propiedad privada del CMLL -Por cierto, es falso que antes los campeonatos nacionales se apostaban en donde sea y demás tonterías que luego inventan los aficionados-.

Entonces, ¿Que va a pasar con el campeonato nacional de peso completo ahora que Diamante Azul renunció el CMLL? Nada, el mismo no está en riesgo de cambiar de dueño y no es necesario ningún desconocimiento porque, al renunciar a la empresa, también renuncia a toda la propiedad privada de la cual hubiese tenido la posesión como parte de su trabajo -de hecho, el CMLL no permite que sus campeonatos salgan físicamente de sus instalaciones-.

Finalmente y a efecto de anticiparme a las posibles preguntas, ¿Entonces para qué queremos una comisión? La comisión es un mal necesario porque además de que desempeña un rol ficticio que dota de credibilidad a la lucha libre, las empresas prefieren lidiar con una autoridad que tiene un bozal puesto en lugar de hacerlo con alguna otra dependencia mucho más estricta. En el caso de los luchadores estos prefieren someterse a los usos y costumbres del gremio porque, si bien es cierto que legalmente nadie les puede impedir apostar la máscara las veces que quieran, no menos cierto es que entienden que hacerlo implicaría acabar con la credibilidad de su profesión y extinguir a la modalidad de apuestas más lucrativa del gremio.







No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.