sábado, 22 de mayo de 2021

Las palabras importan: Einar el Vikingo y las consecuencias de divulgar estupideces.

No habían pasado ni ocho días del vergonzoso incidente en la arena Naucalpan en donde "De-eme-te" Azul pasó de víctima a victimario cuando, un incidente en la alcaldía Venustiano Carranza, desnudó las falacias e imbecilidades que divulgaron los medios y aficionados que quisieron justificar y lavarle la cara al ex colíseino.

Bajo la estúpida creencia de que tocar, incluso agredir, a un luchador que está "caliente" le da derecho a este a moler a golpes a su agresor, decenas de medios y un centenar de aficionados celebraron y justificaron a DMT Azul. Por supuesto que nadie tiene derecho a agredir persona alguna, sin embargo, de acuerdo a nuestras leyes la víctima tiene derecho a defenderse mediante la legítima defensa pero siempre y cuando esta sea proporcional. En el momento en que DMT Azul conectó el segundo golpe, dado el daño ya causado y su superioridad física, pasó de víctima a victimario y por esa razón debería de estar suspendido de las arenas mexiquenses.

¿Qué pasó? Sucede que en lugar de cuestionar a la familia Moreno y de exigir la inmediata imposición de sanciones tanto al luchador como a la arena Naucalpan vinieron los festejos, las burlas y el cinismo. "DMT Azul el luchador del momento", "Más vivo que nunca", "le pese a quien le pese", "¡Bravo DMT!", "Debemos de entender que un luchador está caliente y que si lo tocas, él está en su derecho de defenderse, ¡Solo así entenderán!" Cientos y cientos de mensajes repletos de diarrea verbal y literaria divulgando una imbecilidad carente de sustento legal alguno que lo único que consigue es difundir ignorancia y hacerle creer a los idiotas que no hay ningún límite cuando se trata de defenderse. Una de las personas detrás de estos mensajes se hacía llamar Einar "El Vikingo". Sin saberlo, estábamos a horas de comprobar las consecuencias de divulgar ignorancia y de envalentonar a personas con nula capacidad de raciocinio.
 
En efecto, motivado por su propia ignorancia y envalentonado por el consenso de la masa ignorante y de la prensa, administradores de páginas de Facebook y youtubers irresponsables, Einar creyó en la estúpida narrativa del luchador intocable que no tiene restricción alguna al momento de defenderse y por eso afirmó categóricamente: "No quieren que se les agreda ?? Dejen hacer su trabajo a los demás"
El problema de no invocar a la legítima defensa y, por el contrario, afirmar que a un luchador no se le puede tocar cuando "está caliente" y que tiene derecho a una defensa desproporcionada es que se termina generalizando y dándoles licencia para reaccionar de forma violenta ante cualquier contacto que interpreten como una agresión. Desde el aficionado eufórico que, sin ánimos de lastimar, palmee la espalda de un luchador hasta una persona con Síndrome de Down que no sabe medir su fuerza, pasando por aquel que, ansioso, jala el hombro de su ídolo para pedirle una foto hay decenas de casos en donde no existe ánimo de agredir aún aún y cuando se utilice fuerza excesiva en el contacto.
 
El luchador no es un perro pavloviano que escurre saliva del hocico cada que escucha una campana, no, el luchador ciertamente realiza una actividad de contacto (PREDETERMINADA) que puede llevarlo a calentarse, sin embargo, debe de ser consciente de la naturaleza del trabajo que realiza y tener presente los sentimientos que deseaba provocar en los aficionado. El luchador debe de ser consciente de su entorno (medir riesgos), saber desconectar el modo bestia, tener los recursos y la experiencia para cambiar el estado de animo de una afición colérica -usar la comedia si es necesario- y no ser un picapleitos con los aficionados que claramente están perdiendo la cordura. Por supuesto que tiene derecho a defenderse de forma proporcional a la agresión pero, ante todo, su seguridad y la de sus compañeros depende del personal a quien le corresponde velar por la integridad y el orden durante una función y, en su ausencia, de su propia prudencia. 

Cuando se parte de la ignorancia y se compra una postura errónea divulgada de forma irresponsable por varios medios, se llega a creer que incluso tienes derecho a golpear a un niño malcriado -tal y como sucedió con Einar- y salirte con la tuya.

El Vikingo fue brutalmente linchado como consecuencia de su imbecilidad y no es para menos (El linchamiento es también un exceso pero es difícil esperar otra cosa cuando se agrede a un niño en una colonia popular). Debe de ser suspendido y expulsado del gremio y servir como ejemplo de que es completamente falso que el cuerpo del luchador sea un botón que, apenas y sea tocado por un fanático, activa su modo bestia y que cualquier agresión de su parte no es susceptible de sanción alguna.

Para colmo de males y en vez de aprovechar la oportunidad para retractarse de sus palabras, varios medios y páginas -varias de las cuales justificaron a DMT- que hoy hipócritamente se dicen indignados por el incidente en Venustiano Carranza, empezaron a doxxear a la familia de "El Vikingo" e incluso empezaron a meterse con su pequeña hija, ¿De verdad no se dan cuenta de que son EXACTAMENTE IGUALES a Einar?

¿Qué necesitan para empezar a portarse como gente civilizada? Hoy se dicen indignados cuando ayer coincidían en opinión con un agresor infantil. Hoy, para quejarse de una cobarde agresión a un menor insultan y amenazan a una niña que no tiene ninguna responsabilidad del incidente.

Lastimar a un niño, posiblemente provocar una lesión gravedad e incluso privarlo de la vida. Terminar en la cárcel o morir linchado. No ver crecer a tu hija, no verla graduada, ni convertida en profesional, vestida de novia o con tu nieto en sus brazos. Todas esas cosas pueden suceder y te puedes perder de ver cuando se actúa amparado en creencias estúpidas.

Señores, estas son las consecuencias de divulgar estupideces.


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